Rosas y su bahía perfecta, rodeada de parques naturales y atalayas desde donde respirar la magia de los colores de una tierra y unas gentes que han inspirado a genios. Roses es fuente de admiración y orgullo para sus habitantes. Te damos la bienvenida a una villa acogedora desde tiempos inmemoriales. Largas playas de arena fina, calas escondidas en un entorno privilegiado, paisajes poblados de viñedos junto al mar, miradores con una altura sobrecogedora, una gastronomía basada en el pescado que llega a la lonja a diario, gentes que viven sus tradiciones con pasión, monumentos que dan testimonio de asentamientos neolíticos, griegos, romanos, visigóticos, medievales… Una villa que te invita a quedarte o, como mínimo, a volver a menudo.
Si quisiéramos concentrar la esencia de Roses en una sola palabra, esta sería, sin duda alguna, paisaje. Y es que, ¿se te ocurre algún otro lugar que esté entre dos parques naturales y se encuentre al inicio del arco que forma una de las bahías más hermosas del mundo? A nosotros tampoco.
Las huellas de los primeros pobladores en forma de dólmenes y menhires, los restos griegos y romanos de la Ciutadella de Roses, el castillo de la Trinidad, los refugios antiaéreos de la guerra civil española, los búnkeres de Falconera,los edificios modernistas del casco antiguo… En definitiva, prehistoria e historia allá donde mires.
Sí, somos la ciudad de El Bulli, considerado durante muchos años el mejor restaurante del mundo. Como no podía ser de otra forma, su legado ha servido para inspirar y abrir nuevos horizontes en la escena culinaria local, sin olvidar nuestras raíces y los platos tradicionales, basados en el pescado fresco que llega todos los días a la lonja del puerto.
Las actividades en la naturaleza son el hilo conductor ideal para conocer nuestro entorno. Siente la brisa mediterránea mientras recorres el Parque Natural del Cap de Creus a pie o en bicicleta, embárcate en un paseo tranquilo en kayak para descubrir rincones inaccesibles o sumérgete en el fascinante mundo marino en una emocionante salida de submarinismo. Roses es activa por naturaleza.
Las tradiciones son el pilar de la autenticidad de nuestra historia y cultura. Desde el vibrante carnaval hasta las habaneras y el cremat, pasando por las sardanas y la majestuosidad de los gigantes y fuegos artificiales, cada festividad es un reflejo de la identidad de Roses.
La pesca y la producción de aceite de oliva conectan a la comunidad con sus raíces marítimas y agrícolas, manteniendo viva la esencia de generaciones pasadas.
Rosas y su bahía perfecta, rodeada de parques naturales y atalayas desde donde respirar la magia de los colores de una tierra y unas gentes que han inspirado a genios. Roses es fuente de admiración y orgullo para sus habitantes. Te damos la bienvenida a una villa acogedora desde tiempos inmemoriales. Largas playas de arena fina, calas escondidas en un entorno privilegiado, paisajes poblados de viñedos junto al mar, miradores con una altura sobrecogedora, una gastronomía basada en el pescado que llega a la lonja a diario, gentes que viven sus tradiciones con pasión, monumentos que dan testimonio de asentamientos neolíticos, griegos, romanos, visigóticos, medievales… Una villa que te invita a quedarte o, como mínimo, a volver a menudo.